Tanto en la historia de la joyería como fuera de ella, una cadena es una serie articulada de eslabones que se encuentran enlazados unos con otros, creando una secuencia. Las más famosas en el mundo de la moda y la orfebrería, son las cadenas de oro.

En dependencia del diseño al que correspondan, las cadenas pueden formar patrones variados, con distinto grosor, tamaño y disposición.
Partes de una cadena de oro
Parece un tema bastante obvio, pero lo cierto es que si un día necesitamos reparar nuestra cadena, es importante conocer las partes que la componen para poder hacer nuestra cita y solicitar presupuesto con mayor precisión.
Eslabones o enlaces
El enlace o eslabón es el elemento básico de una cadena de oro. Los eslabones pueden tener diversas formas, pero los más populares son los que tienen forma de anillo, aro o argolla, ya sean redondos, ovalados, o cualquier tipo de curva cerrada.
Como debes estar pensando, un collar sin eslabones NO ES UNA CADENA, y no debemos llamarlo como tal, pues esto podría generar confusión.
Broche o cierre
El cierre o broche es el dispositivo cuya función consiste en unir la secuencia de eslabones, para colocar la joya en nuestro cuello. Generalmente se colocan en la parte posterior de la cadena, aunque existen diseños súper variados.
Por lo general, el tipo de cierre, seguro o broche es elegido por el diseñador en dependencia del tipo de eslabones, el grosor y el largo de la pieza.
¿Y qué pasa con los dijes o colgantes?
Los dijes o colgantes, a veces pueden ser partes de la cadena, pero esto ocurre solo en diseños específicos. Por lo general, dichos elementos se fabrican y comercializan por separado para aumentar la versatilidad de la cadena, permitir combinaciones diversas y hacer un uso más amplio de la prenda.
¿De dónde proceden las cadenas de oro?
Como muchas otras joyas que gozan de gran popularidad en nuestros días, se piensa que las cadenas de oro proceden de culturas antiguas y se han ido adaptando a la moda y la tecnología de cada etapa en la Historia.
La cadena de oro se suele atribuir al Imperio Antiguo de Egipto, aunque sabemos que no es exclusiva de esta cultura. Por lo general, se usaba para portar amuletos.