El layering es un término que apareció en el mundo de la moda desde hace un tiempo. Inicialmente en el ámbito de la ropa. Sin embargo su concepto llegó un poco más allá y ahora ha revolucionado la forma de combinar piezas de joyería. Acompáñanos para que descubras de qué se trata.

Como mencionamos, el layering es una forma bastante nueva y original de crear un look diferente. Cuando usamos joyas lo hacemos para resaltar, sin embargo, con este estilo se puede lograr un verdadero impacto. El layering consiste en la superposición de varias cadenas juntas y de diferentes alturas.
Aunque el concepto parece fácil es mejor conocer sus trucos de estilismo antes de aventurarse a conformar un conjunto.
¿Cómo lo hago?
Antes de comenzar a colocar colgantes y gargantillas debes definir cuál será la pieza central o principal. Ten en cuenta que la prenda principal debe ser la más corta del conjunto y será la que va a marcar el estilo del layering.
A partir de esta joya se van añadiendo el resto de las gargantillas. Debes tener muy presente el estilo y los tonos que utilices para que todo quede lo más armónico posible. Juega con el tamaño, por otra parte la cantidad de gargantillas depende solo de lo que más cómodo te haga sentir.
Los conjuntos de dos o tres cadenas quedan muy bien, siempre puedes combinar una cadena simple con otra más larga y con elementos decorativos. Otra buena idea es utilizar alguna gargantilla gruesa como principal junto a una más fina y larga. En realidad las combinaciones son infinitas y deja mucho espacio a la creatividad.
Ten en cuenta que las cadenas, cuando las usamos juntas, pueden enredarse entre ellas. La clave para evitar eso es que el peso de las gargantillas vaya en aumento desde la principal (más corta) hasta la última, que debería ser la más pesada. Y así el peso de las mismas evitará que se enreden.
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