No podemos imaginar ninguna competición en la que no se entreguen los tradicionales premios de oro, plata y bronce. Sin embargo las medallas olímpicas de Tokio tuvieron una historia diferente a la del resto de medallas entregadas en otras competiciones internacionales.

Las medallas olímpicas de Tokio y su sorprendente origen.
Los atletas que subieron al podio de estas pasadas olimpiadas no se llevaron cualquier medalla, si no que, por primera vez estas estaban fabricadas a partir del uso de metales reciclados.
Pero lo más sorprendente sería la procedencia de estos metales. Nada más y nada menos que de millones de dispositivos electrónicos en desuso, principalmente celulares.
Proyecto de medallas de Tokio
Con vista a la realización de estos juegos olímpicos surgió este proyecto que tenía como objetivo reutilizar la basura electrónica y con esto proteger al medio ambiente y a la vez permitir la sustentabilidad del evento. Con esta iniciativa se llegó a recolectar un total de 78,985 toneladas de dispositivos electrónicos y 6.21 millones de celulares.

Estas fueron las primeras olimpiadas de la historia donde se utilizaron metales reciclados para la fabricación de las medallas. Al mismo tiempo sería la primera vez que las personas comunes se involucraron en la producción ya que se realizó una gran campaña de reciclaje para que los ciudadanos japoneses donaran su electrónica en desuso.
El oro, la plata y el bronce se obtuvieron de los desechos electrónicos mediante un proceso de fundición que implicó calentar y fundir para extraer los metales base. En total se fabricaron con este método un total de 5000 medallas olímpicas.