Hoy seguimos con esta fascinante serie de escritos sobre el metal dorado. En esta ocasión llegamos, en 1511, a la mayor de las Antillas, donde se inicia el proceso conquistador de América. Y es que, con la fundación de la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, la primera de la Isla, se iniciaba la Conquista del oro en Cuba.

Los precedentes
Todos conocemos al famoso Cristóbal Colón, “el descubridor de América” aunque para ser justos ese título es muy debatible. Siguiendo con la “hazaña” de la llegada a esta parte del mundo, debemos partir del hecho de que el objetivo principal de estas expediciones no era otro que el de alcanzar una ruta alternativa hacia la India.
De por si este empeño respondía a la necesidad de poder acceder a las riquezas de Oriente y todos esos productos exóticos tan demandados en Europa. Ese es uno de los motivos que explican los constantes errores de Colón al confundir su llegada a América con una supuesta llegada a Asia.
A la vista de las nuevas tierras no faltó el acompañante deseo de encontrar oro, por encima de todas las demás riquezas que se posaban ante los ojos de aquellos españoles. Tanto es así que al llegar a Guanahaní (primera tierra divisada por la expedición) Colón dejaría plasmado en su diario la prueba de sus mayores deseos.
Sábado 13 de octubre de 1492: Yo estaba atento y trabajaba de saber si avía oro y vide que algunos de ellos traían un pedaçuelo colgado en un agujero que tienen en la nariz. Y por señas pude entender que yendo al Sur o Bolviendo la isla por el Sur, que estaba allí un rey que tenía grandes vasos de ello, y tenía muy mucho.
Colón volvería a hacer una serie de viajes de descubrimiento, más otras expediciones que tenían como objetivo el reconocimiento de las tierras encontradas, también se establecen algunos asentamientos. Después de las expediciones de Colón se llegó a la conclusión de que se estaba ante un continente totalmente desconocido para ellos.
Comienza la conquista del oro en Cuba
En los 19 años posteriores al primer arribo de Colón, Cuba no había llamado especialmente la atención de los españoles, se habían centrado más en la Española. Para 1508 Sebastian de Ocampo es enviado a confirmar lo que más o menos se sabía, que Cuba era una isla y no una península.
Con 4 naves y 300 hombres Zarparía Diego Velazquez en agosto de 1511 desde la Española, ese mismo mes llegaba y fundaba la Villa primada de Cuba en Baracoa. El avance español en la Isla, a pesar de la resistencia, como la protagonizada por el conocido Cacique Hatuey, terminaría siendo exitoso.
Esto permitió la creación sin contratiempos de establecimientos en puntos estratégicos. Se fundan algunas villas y se organiza la actividad económica que va a estar centrada en la minería de oro y en menor medida la cría de ganado traído de Europa y la siembra de huertas para garantizar la alimentación. Varios yacimientos se habrían encontrado en la isla.
La barbarie dorada
La búsqueda y explotación de oro estaba en el centro de la conquista y colonización de Cuba. Diego Velazques pronto ordenaría a Panfilo de Narváez explorar el territorio en busca del metal dorado. Al igual que ya hacían los nativos, se asumió la minería de aluvión en los deltas de los ríos, aunque también se explotaron minas encontradas en el centro del país.

Los aborígenes cubanos conocían la extracción de oro de los ríos , con fines religiosos y decorativos, por lo que los españoles se servirían de ello. Bajo el sistema económico conocido como Encomendero Minero se explotaban los depósitos auríferos donde se establecieron los lavaderos de oro.
El saldo negativo de la fiebre dorada de los españoles, como ya hemos visto en otras ocasiones, corresponde a los conquistados. Son los aborígenes los que serían forzados a trabajar en duras jornadas buscando y extrayendo las pepitas de los ríos así como otros trabajos asociados a la minería.
Pero ya desde el mismo proceso de conquista, con el claro objetivo de establecer puestos para la explotación minera, podemos ver sangrientos escenarios. El propio Narváez escenifica la horrenda matanza de nativos en los márgenes del río Caonao, en 1513. Lo peor de este hecho es que fue sin una aparente justificación.
Las muertes derivadas del proceso de expansión apenas serían el comienzo. Las enfermedades traídas por los europeos diezmaron rápidamente a las poblaciones aborígenes cubanas. El trabajo forzado, al que no estaban acostumbrados, sería otro de esos factores determinantes en la rápida disminución de la población local.
Otro de esas prácticas que fueron muy dañinas para los aborígenes era la de imponer el cristianismo por encima de sus creencias y costumbres. Eran vistos y tratados como objetos y gracias a un decreto real era posible su repartición entre los conquistadores.
Para el trabajo en las minas o yacimientos era común que se destinarán grupos con destino a regiones distantes a lo que había sido su hogar, separándolos de los suyos. Estas condiciones en muchos casos terminaban provocando un estrés psicológico tan fuerte que los llevaba al suicidio.
Un verdadero holocausto.
Todos estos abusos aquí expuestos ya habían ocurrido anteriormente en la Isla de la Española, durante estos primeros años llegaron muchos colonos con sed de riquezas y de oro. A medida que llegaban podemos afirmar que Cuba estaba siendo repoblada, porque su población original estaba prácticamente desaparecida.
Según las estimaciones de diversos autores, la población cubana nativa antes de 1511 estaba entre los 100 mil y los 700 habitantes, para 1542 solo había un promedio de 1800.
Ya en 1530 la decadencia de los yacimientos de oro era evidente. Aunque se desarrollarían actividades mineras de otros metales pronto llegaron las noticias de grandes cantidades de oro avistadas en México. A sabiendas de esto, Diego Velazques emprende una gran expedición con 11 navíos y más de 600 hombres. Pero esta no sería la única expedición.
Al menos tres de las expediciones que zarparon de Cuba con rumbo al continente serían de una gran envergadura. Quedando la Isla prácticamente deshabitada. Ese fue el saldo dejado por la fiebre dorada, la desaparición casi total de los aborígenes cubanos y el abandono de la tierra desposeída de su oro.
Pero Cuba volvería a ser protagonista de historias relacionadas con este metal, historias de barcos repletos de oro, piratas y tesoros. Por lo pronto llegaremos a tierra firme junto a Diego Velazques y la conquista de México. Los esperamos.